Los libros no se pierden y los autores se vuelven
inmortales

Mario Benedetti fue un escritor, poeta, dramaturgo y
poeta uruguayo. Nació el 14 de setiembre 1920 en la
ciudad de Paso de los Toros y muere el 17 de mayo de
2009. Perteneció a la generación de escritores y
poetas del 45.
Benedetti y su amplia trayectoria dejaron huellas en
cada obra escrita por eso cada una de ellas harán que
nunca se olvide su literatura. Escribió más de 80 obras
entre ellas cuentos, poesías, novelas, ensayos y
también como periodista, un artista sin lugar a duda
indiscutible. La gran mayoría de sus obras se
tradujeron a más de un idioma.
La familia de Benedetti se traslada a vivir en
Montevideo, Mario con solo cuatro años inició sus
estudios en el Colegio Alemán. A los 14 años empieza
su vida laboral, donde se desempeño en diversos
oficios para poder sustentarse. A sus 26 años se casa
con Luz López Alegre.
La carrera escrita
En 1944 dirigió la revista literaria Marginalia donde allí
publicó “peripecias y novelas”. Ya al año siguiente
integró la redacción del semanario Marcha, que
funcionó hasta el año 1974 ya que en Uruguay
empezaba la dictadura cívico-militar y el presidente de
ese momento Juan María Bordaberry ordenó el cierre.
Se comenzaban a aproximar años donde la libertad de
prensa se vio restringida.
En 1971 participó en el Movimiento de
Independientes 26 de marzo, esta agrupación era una
coalición de izquierda del Frente Amplio.
En 1973 renuncia a integrar el claustro de la
Universidad de la República. Ante sus ideas y posturas
políticas abandonó Uruguay, primero hacía Argentina,
luego Perú donde allí fue detenido y reportado hasta
Cuba. Durante 10 años vivió alejado de su familia y de
su país.
En el país centroamericano siguió con la escritura, y
empezó a escribir columnas de opinión para El País de
Madrid.
En ese periodo de exilio escribió “poemas de otros”,
“la casa y el ladrillo” y “primavera con una esquina
rota”.
En el proceso de desexilio retorna a Uruguay en 1985,
donde se lo nombra en dicho año editor del

semanario “Brecha”, que es la continuidad de aquel
semanario “Marcha” que bajo condiciones restrictivas
fue clausurado.
En 1987 fue premiado en Bruselas por la novela
Primavera con una esquina rota. A partir de ese año
se venían grandes premiaciones y reconocimientos
para Benedetti.
Breve reseña Primavera con una esquina rota:
Esta novela premiada, es una novela corta, que se lee
de manera rápida ya que es de corta extensión, pero
también lo que se plasma allí hace que nos
interioricemos en la lectura.
En esta novela relata situaciones que suceden en un
exilio, por un lado, el Uruguay de la dictadura, de la
represión y autoritarismo y por otro lado el Uruguay
del exilio, el de la soledad, incertidumbre, que al fin y
al cabo son el mismo país resquebrajados.
En la novela se retratan sentimientos de sensibilidad,
soledad, lo que se extraña la familia, la pareja y
también la incertidumbre y las ganas del retorno al
país.
Dependiendo de la editorial del libro son 218 páginas,
su estructura se encuentra dividida en cinco bloques
que se repiten con situaciones diferentes (intramuros,
heridos y contusos, Don Rafael, exilios, Beatriz). Este
es uno de los motivos por el cual la lectura se hace de
manera ágil porque después de un par de páginas nos
adentramos en otro bloque. También otro motivo de
la continuidad del relato es que presenta diálogos que
son cortos de extensión, pero contundentes en lo que
transmite al lector.
Las comunicaciones en aquel entonces eran más
lentas, el avance tecnológico no había tomado tanta
posición como lo es actualmente. Entonces la forma
de comunicación que tenía el personaje principal con
su pareja era mediante cartas. En la lectura se nota
cuánto tiempo transcurría en ocasiones entre una
carta y otra, podrían haber meses de diferencia. En
ese relato las cartas, esos mensajes, eran ricos, ricos
en sentimientos que atravesaba mayormente el
exiliado.
Por otro lado, quien seguía en residiendo en el país de
origen, afrontó la situación sentimental de una
manera completamente diferente, intentando
construir un nuevo camino pero que no permitía que
se desprendiera de ese amor a distancia.
Es una novela que casi es un obligado leer, por quien
la escribe, los premios que recibe en torno a esa

novela, también para no olvidar y tener presente que
siempre en todo exilio hay mucho dolor, es una forma
de que generaciones de jóvenes logren meterse en la
piel del otro, aunque ni siquiera se logre saber lo que
atravesaron cada uno de los exiliados.

Sadia Baudino

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