La noticia es distinta al proceso.
La noticia puede ser dada por cualquiera: un vecino, una radio, un portal, un canal de TV. Puede ser solamente producto de un noticiero. Pero, no necesariamente es periodística.
Sólo se puede señalar actualmente y a futuro como nota periodística, aquella que además del suceso que la motiva, contiene una investigación sobre los hechos que la precedieron y que pueden ser su causa. Además el periodista puede incorporar las consecuencias.
Es decir, que toda noticia forma parte de un proceso que habitualmente se esconde. La labor periodística entraña investigación de los hechos. Esto nos permite comprender mejor el porqué ocurrió lo que dio lugar a la noticia y por lo tanto comprender mejor el mundo.
A fines de febrero pasado fue noticia la tragedia de los horticultores de La Armonía, con fotos de sus cultivos achicharrados por los herbicidas usados por vecinos productores de maíz transgénico. El informe dado a la prensa por los técnicos ministeriales indicaban que sólo se había detectado en el arroyo uno de los agrotóxicos, el Picloran y no los otros utilizados (glifosato, 2-4-D, etc).
Los dichos del técnico afirmando que el agua de los pozos de la zona era potable y que no había otros agrotóxicos fuera de los campos en que se utilizaron, me generaron dudas. Entonces escribí en nota anterior que sus afirmaciones me evocaron los dichos de una señora en Pache, que hace décadas, ante mi comentario que su perro se podría contagiar de equinococosis por ejemplo, comiendo restos de animales muertos en campos vecinos, me aseguró que su perro nunca cruzaba el alambrado.
Y concluí que era tan probable que no hubiera otros tóxicos fuera de los cultivos en los que los utilizaron, como de que el perro de la señora no atravesase los alambrados del campo.
Ahora la prensa nos informa que «la Facultad de Química comprobó esta semana la presencia de cinco tipos de agrotóxicos en muestras extraídas en febrero de los pozos de agua en La Armonía y aconsejó no beberla» (Brecha, 31 de marzo 2017, página 35).
Los campos vecinos a La Armonía cultivados con maíz transgénico son de una sociedad anónima argentina la que contrató a la empresa fumigadora de San José a la que un ingeniero agrónomo también contratado por la sociedad, le indicó la fumigación y las dosis. Ha sido demostrado por investigadores en diversos países, cómo la persistencia de estos agrotóxicos contribuye a que sean arrastrados por las aguas pluviales y se encuentran sobre todo en el barro de las márgenes de cañadas, arroyos y ríos. Por eso no se podía aceptar a la ligera que no había agrotóxicos fuera de los campos fumigados.
Desde hace años que se ha manejado en medios académicos y en organizaciones ambientalistas, sobre la necesidad de contar con la posibilidad de realizar análisis en laboratorios independientes. Tal como hicieron en Santa Lucía hace pocas semanas, integrantes de la Asamblea por el Agua que llevaron a analizar en un laboratorio particular la muestra obtenida de la Cañada de los Hornos.
Es frecuente que en medios gubernamentales, cualquiera sea el partido de gobierno, se oculte información bajo el argumento de que no hay que alarmar a la población.
Es una razón más para que se dote a la Universidad de recursos económicos suficientes para la investigación que nos permita conocer el Uruguay tal cual es.
Deja una respuesta