Gracias al Colectivo Reflote, junto a un puñadito de artesanos, remeros y amantes del río, el Santa Lucía recobró absoluto protagonismo en este nuevo Carnaval del Río. Los sueños, la voluntad y el hacer, se sumaron para que el resultado fuera el evento más hermoso y espontáneo que Santa Lucía, por suerte, ha sabido recuperar.
Las aguas del río se plegaron serenamente cómplices a reflejar figuras, colores y luces, sus orillas dueñas de mil verdes, supo incorporar risas, voces, la alegría de la gente que se desparramó al lado del agua por encima del puente o por donde pudo. Se animó, se aplaudió merecidamente a cada alegoría. La muchachada con los tambores le puso ese ritmo único y especial de nuestro carnaval, que se siente en el cuerpo y el alma. Los niños redescubrieron una magia perdida y los más grandes recordando aquellos carnavales, los de otro tiempo.
Luis Pandolfi, el presiente del Club Náutico, indicó que el fruto se ve por que se ha trabajado mucho, junto al Colectivo Reflote, Asamblea por el Agua, a la gente, por lo que este año salió mejor, con embarcaciones más producidas y con más público, ya que la idea es para que la gente disfrutando, sepa apreciar la hermosa naturaleza que nos ha tocado y que tanto debemos respetar.
Juan Casas, otro de los artesanos, en esta oportunidad innovó con una bicicleta acuática, hecha con bidones reciclados conducida por su hijo Fernando, que demostró sobrada fuerza de pierna. La particularidad es que también representa una prestigiosa institución como el Alas Rojas, por lo que el ciclista acuático lució la indumentaria y la bandera del club. Casas agradece que se la hayan facilitado para señalar que el Alas Rojas puede estar primero, no sólo en las rutas sino también en el agua. Al paso de la bici acuática, que fue muy aplaudida, también se victoreó el nombre de Richard Mascarañas, gran atleta del pedal que Santa Lucía tanto aprecia y valora.
Tabaré Costa, a quien encontramos aplaudiendo a la orilla del agua, dijo que como vecino se siente partícipe de querer rescatar la identidad de Santa Lucía y fortalecerla porque la cultura del río es primordial. El Director de Cultura del Gobierno de Canelones, indicó que se pone a la orden al reconocer el trabajo y el esfuerzo, felicitando a gente joven que quiere reflotar cosas y darle para delante al deporte del remo. Felicitó a los organizadores y destacó el mensaje de no tirar basura en que todos tenemos que involucrarnos. Reafirmó que se debe trabajar más en la cultura de no tirar nuestra basura como si quisiéramos desentendernos, y por el contrario, nos estamos contaminando a nosotros mismos. Resaltó que cuando la intendencia hace las cosas mal, hay que reclamar porque es un servicio esencial, pero que la gente también tiene que cumplir con sus obligaciones. Costa reafirma lo hermoso del Santa Lucía, recordando que de él toman agua más de dos millones de uruguayos.
Por su parte, Aníbal Jorge precursor de esta movida, manifestó que podía afirmar que este Carnaval del Río ha sido una meta lograda porque lo más importante se logró, una fiesta bien de pueblo de Santa Lucía, donde hubo calidez, alegría sin problemas, donde se contó con el apoyo de Bomberos en el agua, guardavidas y el apoyo del municipio local.
Resaltó el espontáneo aplauso de la gente y a su entender estuvo mejor que el año pasado porque se trabajó más organizado donde mucho más gente se plegó y agradeció al Club Náutico que se sumó y que viene realizando una campaña de socios para recuperar sus instalaciones.

QUE LINDO ERA Y QUE LINDO ES
Consultamos a algunos testimonios de aquellos carnavales
César Bonizzi: «Era muy pintoresco, el río era otro, ojalá se puedan seguir haciendo, realmente está muy lindo todo lo que se ha logrado», reflexiona. Cuenta que hace más de 50 años, el desfile era de noche y que lo abría la reina del carnaval, se hacían fogatas, carpas y campamentos de indios, que había islas y la gente bailaba en la arena».
Jorge Gallero : «La gente participaba mucho, pero estoy asombrado de lo que han logrado. Antes también se decoraban los botes, era hermoso, como es éste. Esperemos que se siga porque junta a la gente, le da un rato de distracción y alegría al aire libre, mirando este río que es maravilloso y que es nuestra identidad». Recuerda las fogatas, las luces que se hacían alrededor para iluminar, el año en que se hizo el carnaval veneciano, botes que parecían góndolas y además un tablado flotante frente a la estación, donde había una isla.
Susana: «Los carnavales del río eran muy bonitos, había boteros, recuerdo uno que venía armado con plantas, palmeras y venían Los Orilleros cantando, era divino. Por suerte se está recuperando esa costumbre, no hay cosa más linda que este río al que hay que cuidarlo, no tirarle basura, como dice la pancarta del puente.»
Mirta: «Felicitaciones a la gente que organizó. Recuerdo algo que me contaban de antes, pero lo que he visto hoy es hermoso, la gente se ve alegre, aplaude, y me encanta que se lleve el mensaje del cuidado, respeto del río, de no tirar basura y ver que la gente está feliz y disfruta.»

Este año se resolvió premiar con un dinero a las tres embarcaciones más aplaudidas, como para pagar gastos de las alegorías
Si bien hubo premios, se afirma que los ocho grupos participantes todos fueron muy creativos y merecen las más sinceras felicitaciones, todos por igual. Luego de un reñido aplausómetro, el premio Nº 1 fue para el Club Náutico, el 2º el barco pirata y el 3º para la bicicleta acuática.
Al final se compartió escenario con diferentes artistas locales de muy buena onda y con artesanos que acompañaron la jornada que hasta el final logró un excelente marco de público.
Y.S.

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