El Instituto Nacional de las Mujeres, reafirma que la violencia machista es un «problema muy complejo para Uruguay «. Los movimientos feministas proponen juntarse entre mujeres, pensar en lo que está pasando y «hacer cosas para transformar la realidad y poner límites». El año pasado hubo 35 mujeres muertas por estas causas y comenzado este 2018 este espiral de violencia parece lejos de detenerse. En distintas partes del país se vienen realizando marchas a modo de concientizar a la población, integrando personas de ambos sexos y de distintas edades.
El grupo «Timbó» de la ciudad de Santa Lucía, se plegó a una nueva movilización el pasado jueves 22 de febrero, definida como una nueva «Alerta», esta vez por el femicidio de Vanesa Monzón ocurrido en el departamento de Treinta y Tres. Lamentablemente ese mismo día también ocurría la de Shirley, uno más en esta epidemia de violencia que está viviendo nuestra sociedad,. Algo devastador saber que mientras se organiza una Alerta se pierde a otra mujer a manos del machismo, asegura Martina Pérez Quinteros, miembro de Timbó.
El grupo se fundó en noviembre del año pasado, ante la indignación por los hechos ocurridos en nuestro país donde no paran de morir mujeres por el solo hecho de ser mujeres, la cantidad de feminicidios ocurridos nos espanta, reafirma.
Preguntada sobre la percepción que tiene Santa Lucía sobre este tema, Martina aclara que le satisface que estas movidas se estén dando en la ciudad, pero que al realizar una observación personal ve cierto rechazo a hablar sobre la temática, como también al cómo. En todos lados está pasando, pero hay mucha indiferencia, lamentó. Esta es la manera que se encontró de hacer visible de lo que nos está sucediendo, quizás hay personas que no adhieren al cómo y por eso tampoco quizás se acerquen. Agrega que, en cambio, hay mucha gente que se acerca, pregunta o manifiesta su apoyo compartiendo las publicaciones de Facebook, si bien Martina coincide que es una temática difícil de tocar, sobre todo en un pueblo donde nos conocemos todos. De a poco la gente se está sensibilizando a abrir un poco más los ojos y a oír mejor al ver porfiadamente estas movilizaciones, como ellas afirman.
Se apunta que ante estas situaciones tan angustiantes hay cosas que se pueden hacer desde lo cotidiano, desde el día a día de cada una de las personas que forman parte de esta sociedad. Hay que tener en cuenta que este es un problema de toda la sociedad, no es sólo de los que la sufren y de quienes la ejercen, porque involucra a todas las personas. Se resalta, por ejemplo, una etapa en la vida de los jóvenes como puede ser la violencia en el noviazgo, que es el primer paso, por eso si no se enseña a que las personas jóvenes sean concientes desde sus primeros vínculos, esto no se va a revertir, contrariamente se profundiza. Se apunta a que cuanto a más temprana edad se toquen estos temas, más profundo va a ser el cambio. Hay conceptos que aportan, como el amor propio, el autocuidado, que si bien no son la única responsabilidad porque la violencia está por todos también, debe estar siempre.

«En el momento que ignoramos un acto mínimo de violencia. ya estamos formando parte del problema, creo que va desde la educación, desde la familia, los hogares, desde cosas como no permitir que un amigo nos haga comentarios que no corresponden, en la calle, en todos lados se puede aportar a que esto se revierta, el tema es que todas las personas seamos conscientes de esto…», expresa Martina.
Timbó también estará presente en las actividades previstas en el marco del Día de la Mujer que en Santa Lucía serán el 8,9 y 10 de marzo.

Y.S.
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