Desde hace días, Uruguay es noticia en la región, por dos hechos policiales. Ambas, provenientes de Maldonado. Por un lado, se corrió el velo en torno a un gremialista argentino que tenía en el país, una vida de abundancias y lujos extremos. Y otra, el robo a la joyería de un importante hotel en Punta del Este.
Los hechos tienen puntos en común; el lugar es el departamento de Maldonado. En los dos, los sospechosos son extranjeros. El sindicalista y su esposa, son ciudadanos argentinos y en el robo a la joyería de un reconocido hotel, los autores son mexicanos. En las dos situaciones, hubo una rápida resolución, captura y puesta a disposición de los sospechosos.
La justicia argentina, pidió la detención de Marcelo Balcedo,-. Pero su par uruguaya, los investiga por los delitos de lavado de activos, contrabando y tráfico interno de armas de fuego.
Y a los mexicanos presuntos autores del robo a la joyería, los detuvieron prácticamente a todos, y recuperaron todo el botín.
Esto nos demuestra que en el país hay policías dedicados a la labor y preparados para ello. Hemos hablado reiteradas veces de lo que parece ser una falta de recursos para los uniformados, en encuentros con Jefes de Policía de Canelones.
Uno se pregunta entonces, qué sería nuestra policía si tuviera todo lo que necesita para una óptima tarea? Estos casos nos dejan en claro que ganas hay.
Sería un buen momento para que el Ministro del Interior Eduardo Bonomi deje de hacer del delito un tema numérico y solo decir que «bajan» para quién sabe quién.
Sería bueno apoyar más y dar más herramientas legales para actuar. Dejar de intentar «quedar bien». Y de paso tal vez, poder parar algún día con los robos a los comercios y las voladuras de cajeros. Que al momento de cerrar esta columna, siguen impunes.
En las redes sociales se cuestiona mucho el Nuevo Código del Proceso Penal. Si las críticas tienen asidero, es ahí cuando uno se pregunta en dónde estamos parados. Y, más preocupante aún, hacia donde vamos.

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