WILSON FERREIRA ALDUNATE
(Viene del Nro. anterior)
La elección en 1971 fue muy reñida y recién en febrero de 1972, el escrutinio «definitivo» da el triunfo legal al Partido Colorado por 12.802 votos, confirmando como presidente a Juan Bordaberry. El Partido Nacional presenta denuncias penales de fraude electoral, que la Corte Electoral, de mayoría colorada, rechaza, y luego la dictadura sepulta. En medio de la guerra entre el Movimiento Tupamaros y las Fuerzas Armadas, Wilson – el hombre más votado del país, líder de la mayor bancada y de 14 Intendencias – busca unificar el país. Ofrece a Bordaberry, que no tenía mayorías parlamentarias, un Acuerdo Nacional sobre la base de reformas estructurales consensuadas, pero éste responde ofreciendo cargos en la Administración. Luego, al ver que no tiene éxito en su intento de mantener el «status quo», el presidente pacta con la minoría nacionalista. Wilson y Carlos Julio critican duramente lo que llamaron «el Pacto Chico», que tendría corta vida. Pero en un esfuerzo mucho mayor, y lleno de peligros, Wilson dialoga también con los líderes tupamaros Julio Marenales y Mauricio Rosencof, «para parar la sangre y buscar la paz». «Lo que no entienden los violentos de cada bando es que los muertos no se compensan sino que se suman», solía decir. Y también sabía que la polarización era un «negocio político» que algunos jugaron despiadadamente. En 1972, los militares, derrotada la subversión, abren el llamado «segundo frente» invocando combatir la corrupción empresarial y política. El 27 de junio de 1973, Juan María Bordaberry, violando su Juramento de Honor de defender con su vida la Constitución y las Leyes de la República, firma el decreto de disolución de las Cámaras. Da el Golpe de Estado. Wilson tiene que exilarse, para evitar la prisión y se radica en Argentina donde se relaciona, obviamente, con numerosos dirigentes políticos también exilados. El 24 de marzo de 1976 es derrocada en Argentina la Presidente María Estela Martínez, viuda de Perón, por una Junta Militar. Se desata una violenta represión que causó entre 9.000 y 30.000 muertos y desaparecidos. El 22 de mayo de 1976 aparecen los cadáveres de los ex-legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz y dos uruguayos más, en un homicidio múltiple del cual se salva Wilson por casualidad. El objetivo de los crímenes habría sido abortar las gestiones que Alejandro Vegh Villegas desarrollaba para lograr una salida negociada para realizar elecciones en noviembre de 1976. Vegh enfrentaba los proyectos corporativistas de Bordaberry, que contemplaban suprimir todos los partidos políticos. De inmediato Wilson y su hijo Juan Raúl se exilian en la Embajada de Austria y de ahí parten para Europa. En el exterior Wilson efectúa una intensa campaña de denuncia de la dictadura y de sus abusos, en base a su prestigio internacional. La situación de represión en Uruguay empeora. Miles de compatriotas están en la cárcel y centenares de miles emigran. Los métodos utilizados fueron en extremo tortuosos. El 5 de setiembre de 1978, en Uruguay se enviaron botellas de vino envenenado a Carlos Julio Pereyra, Luis Alberto Lacalle y Mario Heber, integrantes del Triunvirato. Al probarlo, muere Cecilia Fontana de Heber. El gobierno culpa a «grupos terroristas» e interroga severamente a los destinatarios. La torpe visión política de los militares los lleva a plantear una reforma constitucional para perpetuarse en el poder y someterla a plebiscito. Ello revitaliza y hace pública la actividad de los partidos tradicionales, los cuales editan semanarios que rápidamente pasan a evaluar toda la gestión del régimen: Opinar, Correo de los Viernes y La Democracia. Wilson se comunica con la población a través de cintas grabadas que circulan por todo el país y son causa de miles de reuniones en los hogares opositores. El 30 de noviembre se plebiscita la Reforma Constitucional y triunfa el No, por un 58% de sufragios, contra un 42% del Sí, a pesar de la presión del régimen. Unas 8.000 personas no pueden votar por estar proscritas. Uruguay rechaza la reforma propuesta por las FFAA. Es la primera gran derrota del régimen. Asombro de la prensa mundial. Es la primera vez que una dictadura pierde una elección. La dictadura prohíbe festejos u otras manifestaciones. En junio de 1981 se reinician los contactos entre los partidos y los militares, 6 meses después de la derrota del proyecto de constitución militar. El 28 de julio se aprueba el Acto Institucional N° 11, por el cual se confirma la transición de tres años con elecciones internas en 1982 y nacionales en 1984. El Partido Nacional se moviliza y las cintas grabadas con los mensajes de Wilson circulan en todo el país. (Seguirá).-

VENCIMIENTOS
12 de diciembre 7mo. Vencimiento Contribución Inmobiliaria Urbana. 19 de diciembre 6to. Vencimiento Contribución Inmobiliaria Rural.

Compartir