Una idea de Alfredo Valdez Rodríguez
Suplemento de El Pueblo, el plano de nuestra ciudad está salpicado de vórtices y remolinos de nostalgia pura.
Felix Montaldo
PERSONAS QUE ABRIERON CAMINOS NUEVOS
MARIA CURIE
Su vida en París
A fines de 1891 llega a París después de un largo y fatigoso viaje en tren. Se instala en la casa de su hermana Bronislawa (Bronia) que se había casado con un polaco exiliado de nombre Casimiro Dluski). Ambos eran médicos y ella había quedado embarazada. Dluski estaba vinculado estrechamente a la resistencia polaca y había tenido que huir de Rusia por sus relaciones con el grupo político responsable del atentado contra el Zar. En Francia estudió Ciencias Políticas y luego medicina, donde conoció a Bronislawa
Su casa era frecuentada por muchas personas, especialmente de la colonia polaca. El ambiente era ruidoso y festivo. Casimiro tocaba el piano y también solían acudir al teatro, a conciertos y otros eventos. En una ocasión María participó en una representación teatral que aludía a la opresión de Polonia por Rusia. Enterado su padre por una carta de su propia hija, le contestó, alertándola de los peligros de comprometerse en tales actividades y sus consecuencias de futuro:
«Querida Mania: Tu última carta me ha entristecido. Lamento que hayas tomado parte tan activa en la organización de esa representación teatral. Aunque sea una cosa inocente, se llama la atención, y bien sabes que hay en París gentes que espían con suma atención vuestra conducta, que anotan los nombres de las personas que se comprometen, y que envían aquí esas informaciones para ciertos usos.
Ello puede ser la fuente de muchas molestias, e incluso puede privar a esas personas el acceso a ciertas profesiones. Por eso, todos aquellos que quieran ganarse la vida, más tarde, en Varsovia, sin estar expuestos a determinados peligros, deben tener interés en permanecer tranquilos y en una especie de retiro, y completamente ignorados. Las fiestas, tales como bailes, conciertos, etc., son descriptos por algunos corresponsales de periódicos, que citan los nombres.
Sería para mí un gran dolor ver tu nombre citado. Por estas razones, he hecho en mis cartas anteriores algunas indicaciones, y te ruego que procures estar alejada de todo eso lo más posible.»
Pero tales problemas no sucedieron porque María se involucró totalmente con sus estudios lo que la alejó de estos centros conspirativos. Había comenzado sus cursos de física en la Sorbona el 3 de noviembre de 1891 con gran entusiasmo y dedicación, pero a poco comprobó que tenía muchas dificultades para seguir el hilo de las clases ya que su formación en Polonia y sus conocimientos autodidactas no alcanzaban para llegar al nivel de esta universidad. Además su francés no era tan bueno como ella creía y solía perderse cuando los profesores hablaban muy rápido. Necesitaba recuperar rápidamente su atraso con un vigoroso plan de estudios, pero en la casa donde vivía no había condiciones para eso. Las visitas que llegaban, los pacientes de ambos médicos, su cuñado que siempre quería conversar con ella y que significaba, aunque involuntaria, una molestia; todos eran factores que le impedían concentrarse adecuadamente; a esto se agregaba que la casa quedaba muy lejos de la Facultad por lo cual debía tomar dos ómnibus lo que implicaba una pérdida de tiempo y dinero.
Por eso se planteó mudarse para vivir sola. Su cuñado le prestó dinero para los alquileres y ella consiguió una buhardilla en el sexto piso por escalera en un edificio ubicado cerca de la universidad, a la cual podía ir a pie todos los días, así como al laboratorio y a la biblioteca. Sus ingresos eran de aproximadamente cuarenta rublos por mes, contando sus economías y el dinero que le enviaba su padre, lo que hacía necesario bajar sus gastos al mínimo indispensable. Estaban reducidos a la compra de carbón para calentar la habitación y algo de comida. En la medida en que se concentraba cada vez más en sus estudios descuidaba su alimentación: no sabía cocinar y tampoco quería sacrificar su tiempo en eso. Su biógrafo Denis Brian nos cuenta en que consistía su dieta diaria:
«Como vivía con unos pocos francos por día, su comida habitual era una taza de chocolate o te calentada sobre una lámpara de alcohol del tamaño de un plato y una rebanada de pan con manteca. En raras ocasiones, como algo especial, comía huevos y fruta.»
La situación hizo crisis cuando empezó a sufrir desvanecimientos. Una persona le contó a su cuñado y este vino rápidamente a la buhardilla. Cuando observó el estado físico de María, el médico sospechó que estaba pasando hambre. Al revisar la habitación comprobó que allí no había prácticamente alimento alguno: sólo encontró un poco de te y un frasco de rábanos. En 2 días no había ingerido otro alimento. La terapia para ese mal no era otra que buena comida y un adecuado descanso. Entonces la convenció para que tomara los libros y apuntes que necesitara para estudiar por lo menos una semana y se la llevó para su casa donde, junto con Bronia la cuidaron hasta su recuperación. Después de una semana y recobradas las fuerzas pudo volver a su propia vivienda.
Daniel Da Rosa
Serie Mínima
En una tarde de siesta
Sofía pensó que yo estaba dormido y salió por la puerta trasera al ancho patio de la casa. Se recostó sobre una silla de loneta y dejó que el sol cayera encima de ella. Quiso leer un libro pero terminó durmiéndose. Al cabo de unos minutos comenzó a farfullar palabras incompresibles, como si tuviera una pesadilla. Me contó después que estuvo soñando que una figura ominosa la observaba desde el altillo y le provocaba miedo el no saber quién o qué era. Estuve a punto de decirle que esa sombra era yo; que estaba mirándola desde la pequeña ventana. Pero no pude, el perro de su padre se prendió de mi canilla como si fuera el mismo diablo.
Ahora no me conocés
Los campeones del pedal.
Ahora no me conoces de la edición anterior
Palacio Lacueva.( Susana López)
Una pregunta de miércoles
¿Cuál es la obra artística que mejor refleja nuestra ciudad?
Rodolfo Torres
«me llamo a mi mismo y no contesto….debo haber salido…»
(Omar Adi/Patadas Cochinas)
Leonardo Quiroz
Sin dudarlo: Vals para mi pueblo (Julio Valdez)
Rodolfo Fuentes
La churrasquera de don Mateo Legnani?
La canciòn de Alfredo Gómez?
Ciudad del interior de Da Rosa y Torres?
Los poemas de Carámbula?
Vals para mi pueblo, de Sacco y Valdez?
Las ruinas del Palacio Lacueva?
Gladys Scotteguazza
Cómo puedo seleccionar ???Teatro Pilares.
Toda la vanguardia en la puesta en escena de … Los trabajitos de Dios ?????
Una muy especial sobre G,L, con GEORGE en el 23. Las conjunciones armónicas, canto, música, poesía en el club, en la Casa de la Cultura.
La música que nos parió… con interpretaciones excelentes en el 23. Y todo lo que queda por andar.
Luis M. González
Cualquier Cacería en la que participen Claudio Boggio y Polo Martínez
Marcia Salvioli
Varias, pero especialmente El Astillero de Juan Carlos Onetti.
Alfredo Gómez
No puedo ser imparcial en esto, me abstengo.
Gonzalo Alonso
Las caricaturas de Marino González reflejaron una época de nuestra ciudad a través de sus personajes más emblemáticos.
Edgardo Taranco
A riesgo de ser poco original, no me cabe duda que la obra que más representa a la Santa es «Un vals para mi pueblo». Hubo y hay unos cuantos -y buenos- artistas plásticos -dibujantes, pintores, escultores-, escritores…, pero que realmente refleje a la ciudad es el entrañable «himno no oficial» de Julio y Ringo.
Gabriela González /
Fernando Amador
Dice Fernando que la obra que mejor representa a Santa Lucía es el «Boliche del bochón Asteciano», que se rodó hasta una película! «eso es una obra artística», Dice Antonio Direnna lo llevó a tomar una cervecita (o varias) y que el dueño del Boliche le contó que cuando fueron los productores de la película, «fueron de casualidad al boliche a tomar algo». Cuando entraron y vieron esas telas arañas que se dibujaban desde el techo, botellas con una tierra (polvo) que reflejaban años sin pasarle un trapo, le propusieron a Asteciano filmar una película. Cuando llegó el momento de rodarla, Asteciano los esperó con «todo limpio». Los tipos se agarraban la cabeza estupefactos porque todas las características de ese bar «añejo y auténtico» habían desaparecido. El «encanto» que necesitaban para el filme, ya no estaba. Dice Fernando que cuando pueda volver a Uruguay, le propondrá a Asteciano, hacer unas «tapas», acompañadas de bastante «líquido»…
Marcelo Rabaquino
La obra que mas representa a nuestra ciudad a mi ver es el monumento a Artigas en la plaza, no por el monumento en si , sino por lo que el mismo pueblo hizo para que allí estuviese reflejando el comportamiento y sentir único de toda una ciudad y las innumerables anécdotas que hay hacia su puesta definitiva
Eduardo Mollo
Estimado: repuesta extensa para una muy compleja pregunta!!
1.- La obra «artística» de la Naturaleza, el río, sin dudas.-
2.- La obra artística hecha canción » Un vals para mi pueblo».-
(Letra de Julio Valdéz y música de Ricardo Sacco y Julio Valdéz)
3.- La obra artística del éter: «Desde la ciudad del río» (Juan Carlos Perdomo).-
4.- La obra artística de la arquitectura: el conjunto formado por las Quintas Zavalla y Rodó, el Palacio Lacueva.-
5.- La obra artística verde: la Quinta Capurro
6.- La obra «artística» imaginaria: está ahí, hay que hacerla, nada más!
La Madriguera Presenta
Diego Bengoa/ Pepe Sacapuntas.
Y sigo entregando
Tengo un amigo que me ha bancado en las malas. Se llama Diego Bengoa. Tiene cierta dignidad en su forma de escribir. No es un grande como yo, pero le tengo afecto. Además le debo unos mangos.
La vez pasada me llamó por teléfono y me dijo:
-¡Che, Pepe! me dijiste que me ibas a dar una mano con mi libro Cuentos Crónicos, que ibas a hacer una campaña de marketing, me pediste un adelanto y no solo no hiciste nada , sino que te borraste.
-Quedáte tranquilo, fiera. Ya mismo te voy a preparar una nota de excepción.
Y en eso estoy. A ver qué les parece.
-Señor Colectivero de la línea Semanario El Pueblo, ¿me permite subir a esta publicación? Gracias, muy amable.
«Distinguido público que viaja en este colectivo gráfico de la emoción, la risa y la ternura. Tengan ustedes muy, pero muy buenas tardes.
Editorial Doble Clic ha puesto a la venta el libro del escritor de vanguardia Diego Bengoa. Una verdadera joya que Usted no puede, no debe dejar de leer. Por su importancia en este proyecto, lo trato con mayúscula como lo habrá notado.
Noten que les estoy ofreciendo una creación singular de mi amigo Diego Bengoa. Cuentos Crónicos. Imperdible. Un verdadero vuelo en diferentes estilos literarios desde el realismo francés, pasando por el mágico y haciendo escala en el misterio del aeropuerto «Horacio Quiroga».
-¡Si caballero, el de la mano alzada…ya se lo entrego!
Por lo que vale un kilito y algo de asado, por la mitad de un escocés y menos de unos buenos coloretes y rímel, usted podrá conocer; ciudadanos de a pie y de a caballo, prostitutas, asesinos, cobras, cazadores, diplomáticos, osos salvajes, detectives y muchos más. Siempre viajando en esta aerolínea mágica visitando lugares de ensueño como París, Nueva York, Alaska y hasta la India.
Hoy, por ser una propaganda comercial, y a entera revisación del pasaje santalucense estoy entregando un ejemplar del libro por una suma irrisoria.
Si da hasta vergüenza -en esta prosa colectivera- decir lo que cuesta este boleto al desenchufe y desachate diario. Pero además, si van a la librería La Madriguera y le dicen a la Sra. Elisa que vienen de parte de Pepe Sacapuntas, les va a cobrar lo mismo. Pero de yapa, les obsequiará una sonrisa de la casa. Recién horneada. Bien casera. Como las que se hacen en esta ciudad de gente auténtica.
-Si, Señora, ¡ya se lo entrego! y no me guiñe el ojo que estoy trabajando. No mezclemos los tantos, después le paso mi celular.
-A ver, la otra dama que no me mira. La Señora distinguida del fondo. ¡Sí Usted, la del cabello ensortijado onda Rita Hayworth ! No tengo dudas que le gusta alardear frente a sus amigas sobre sus lecturas. Ahora tiene la oportunidad de decir que está leyendo a un escritor multinacional. En una misma hojeada bien ojeada, usted conocerá al vasco Bengoa cuyo origen ancestral es Bilbaíno pero también a Ben Goa, un escritor descendiente de una familia de rancheros de Texas (en realidad de un rancherío). No se ría doña, ¡un poco de respeto! Mire que esta obra literaria es calidad pura.
No los voy a entretener mucho más porque no quiero que me vuelvan a procesar por injurias. Solo me resta decirles que:
-¡Señores… Señoras, ustedes no se pueden perder este decomiso de la Aduana mental de su creador! No se hagan los distraídos como político citado a declarar en el juzgado penal.
Este libro no debe faltar ni afectar la cartera de la dama o el bolsillo del caballero. Así que a meter suela, vayan ya a la librería que se agota.»
Y sigo entregando.
La melancolía no es más que un recuerdo que se ignora. GF
17 diciembre, 2017 a las 4:57 pm
graciassssss