Este nuevo punto de chequeo el viernes pasado en Santa Lucía, organizado por la Fundación Gonzalo Rodríguez junto a la Intendencia de Canelones Municipio de Santa Lucía con el apoyo del Banco de Seguros del Estado, tuvo una excelente participación.
Estos puestos de chequeos se han venido realizando en varios puntos del país y del Departamento de Canelones. Se resaltó que Uruguay tiene una muy buena ley que hace obligatorio el uso de los SRI, pero se sigue teniendo un bajo uso por parte de la población.
Matías Silva coordinador de Capacitación de la Fundación, indicó a El Pueblo que les sorprendió el interés manifestado en Santa Lucía porque mayormente en el interior, la gente toma conciencia de los Sistemas de Retención (SRI) cuando hace ruta , no tanto en las ciudades o en trayectos cortos, donde muchas veces suelen ocurrir los siniestros.
En Santa Lucía mucha gente, en su mayoría madres, se acercaron a la plaza, incluso demostrando interés desde las escuelas. Algunos vinieron en sus propios vehículos, como también a modo explicativo hicieron pruebas para lo que se trajeron también sillas infantiles y hubo una buena entrega de folletería.
Se explicó que para elegir los sistemas, lo mejor es saber el peso y la altura del niño, luego hay cuatro pasos importantes, la selección de la silla que sea correcta, la orientación, si es un niño recién nacido van en sentido contrario a la marcha del vehículo, la correcta colocación de la silla y la correcta colocación del niño dentro de esa silla.
Los niños desde que nacen y hasta que alcanzan un peso de entre 10 y 13 kilos, utilizan SRI en el asiento trasero, mirando hacia atrás.
Los bebés tienen cabeza grande y el cuello débil, por eso necesitan un SRI que tenga el respaldo reclinado y vaya mirando hacia atrás. De esta manera se asegura un soporte extra para el cuello y la cabeza, en caso de sufrir una frenada abrupta o un choque. Es recomendable que los niños utilicen este tipo de SRI el mayor tiempo posible, mientras su peso y altura lo permitan.
Los niños de entre 9 y 18 kilos utilizan SRI en el asiento trasero mirando hacia adelante.
Los SRI de este grupo, se posicionan mirando hacia adelante y son para niños que tiene los músculos del cuello y la espalda más fuertes, esto se da a partir de los 9 kg. Nunca coloque a un niño que pese menos de 9 kilos, mirando hacia el frente.
Los niños de entre 15 y 25 kilos utilizan SRI en el asiento trasero mirando hacia adelante.
Las sillas elevadoras o booster seats, están diseñadas para niños que por su peso y altura ya no pueden viajar más en los SRI de grupo 1 con arneses. La función del booster es posicionar al niño correctamente, para que pueda utilizar el cinturón de seguridad del auto, y las secciones de hombro y falda del mismo pasen por los lugares correctos. Los boosters siempre se deben de utilizar con cinturones de tres puntas.
Los niños de entre 22 y 36 Kilos utilizan booster (asiento elevador) en el asiento trasero mirando hacia adelante, utilizando los cinturones del vehículo.
Es importante destacar que actualmente existen boosters con respaldo que soportan el peso y la altura del niño hasta que pueda utilizar solo el cinturón, por lo que se recomienda extender su uso el mayor tiempo posible, ya que la protección que brinda es sensiblemente superior a la de este grupo. Siempre debe utilizarse con el apoya cabeza del vehículo.
La ley establece que los niños menores de 12 años deben viajar en el asiento trasero del vehículo, acorde a lo que es su peso y altura.
Se recuerda que para que el niño deje de usar una silla o un boosters tiene que tener como mínimo 1,50 de altura; a partir de ahí el niño puede viajar con el cinturón de seguridad .
Si bien esta ley tiene carácter nacional, cada departamento instruye la fiscalización y cómo lo hace, manifiesta el coordinador de la Fundación, pero lo primero que se fiscaliza es que el niño viaje en un SRI. Se multa si se carece del sistema de acuerdo a la normativa, pero no se fiscaliza si es el sistema es correcto o no. Puede, en cambio, aconsejar si el niño por ejemplo se pasa del peso o ya no le sirve el SRI que esté usando.
Silva agrega que luego de la promulgación en 2012 de la ley en el Parlamento y su aprobación en el 2014, también se cuida la calidad de los sistemas que se encuentran en el mercado. Los SRI que ingresan al país están bajo un ingreso de normativa técnica que garantiza su desempeño en un choque, por ejemplo, que los plásticos sean buenos, que los arneses tengan la tela correcta para que al momento de un choque puedan retener al niño.
Silva indicó que además, la Fundación Gonzalo Rodríguez tiene videos de instrucción en su página Web y hay mucho tutorial de las sillas, por lo que se invita a los padres que tengan el hábito de leer bien los manuales y con tranquilidad para poder aplicar estos cuidados. En caso de dudas también hay teléfonos donde están los técnicos para asesorar.
Un consejo a tener en cuenta en estas épocas de vacaciones donde las familias cargan sus vehículos y a veces se quita la silla del niño para hacer más lugar: Los siniestros de tránsito siempre ocurren en nuestro entorno «…o nos sacamos el cinto o sacamos la silla porque vamos cerca, hay que recordar que el factor riesgo siempre está en donde nosotros tenemos más confianza…» reitera Silva.
Leticia Scatragli Jefa de Departamento de Uniprosed Dirección General de Tránsito y Transporte, también se manifestó conforme por el interés demostrado en Santa Lucía. Recuerda que para colocar correctamente el cinto tiene que pasar por la clavícula y por la cadera, al ser las partes óseas duras de nuestro cuerpo. En el caso de impacto, el cinto se va a retener en los huesos y no en los órganos blandos del cuerpo.
Scatrgali resaltó la importancia vital del buen uso del SRI, citando a la actividad de Teletón, como cada diciembre en nuestro país, donde el 86% de los niños con alguna discapacidad que vemos en los casos se han debido a siniestros de tránsito. Reafirma, por lo tanto, la importancia dentro del marco de la complejidad y de la magnitud en que ha crecido el parque automotor en el país, pensar en los SRI, ideados especialmente para la protección y el cuidado de la calidad de vida y de la salud de la población más pequeña.

Y.S.
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