Una idea de Alfredo Valdez Rodríguez
Suplemento de EL Pueblo, un músico del siglo XIX se
pasea por el campo, levanta la cabeza y oye unas arpas celestiales.
Corte. Se le ve entonces en su casa con una pluma y
escribiendo tres notas en un pergamino. Corte.
Aparece dirigiendo una orquesta.
Alfredo Gomez
La peluca de Haydn
El violín, la cuerda, mis venas,
madera, sangre, melodía.
Los recuerdos
como un eco de mis pensamientos,
rebotan en un salón vacío.
Aquella ventana y nuestras siluetas,
Los vecinos que entonces
ni nunca supieron,
que nos habíamos ido lejos.
Nostalgia de la nostalgia que compartimos,
nostalgia de un futuro que no existe.
En los cajones, pañuelos,
frascos vacíos que aún perfuman,
la ausencia sobre la existencia,
tapizando las paredes.
A veces llega la lluvia,
y a veces un poco de pan,
o un poco de algo, que puede ser cualquier cosa,
hace que apenas recuerde aquel otro que era yo.
Me curé hace mucho tiempo,
en una silla de cardo,
al sol y con naranjas,
en un patio de gorriones,
abrazando una guitarra.
Vi entonces que el cielo era una bóveda
apretando mi pecho desde adentro,
y que lo que sentía era mío,
y también lo único realmente cierto.
Pero entonces yo era,
sin pensarlo y sin saberlo,
porque aún no sabía nada,
y ahora es la nada quien sabe
lo que yo a saber no acierto.
Ahora no me conoces
El bar Continuado
Ahora no me conocès de la edición anterior
Novo samba! (José Pepe Torres)
Carlos Queirellac y Pablo Oroño
(Javier Saviola)
Rosina More
«Sus cartas huelen a río, al leerlas, mojan mis manos»
«Donde da el sol, ya derritió pero es un helado de limón sobre todo el campo»
«El hada de tan helada cubrió los patios, buscando calor de tierra»
La Madriguera presenta
La galería de los mitos del Jazz,
por Robert Crumb
Cualquiera que conozca la obra de Robert Crumb como ilustrador también sabe de su pasión por la música, y todos los coleccionistas de su obra atesoran las series de postales de Heroes of the Blues, Early Jazz Greats y Pioneers of the Country Music, creadas entre principios y mediados de los años 80. Ahora, por primera vez, aparecen reunidas en formato libro, junto con un CD exclusivo con 21 temas elegidos y compilados por el propio Crumb (con grabaciones originales de Charley Patton, Dock Boggs y Jerry Roll Morton, Carter Family entre otros). Se incluye una breve biografía de cada músico, junto con una ilustración original a todo color de Crumb.
Este libro es el particular homenaje de un icono de la cultura alternativa a los innovadores de la música que le inspiraron. Héroes del blues, el jazz y el country de Robert Crumb es una colección imprescindible para aficionados de Crumb, fans del cómic y amantes de la música..
Robert Crumb (Filadelfia, 1943) es el dibujante más importante del cómic underground norteamericano. Más conocido por su inconfundible narración y su temática sin concesiones, es el creador de Devil Girl, Mr. Natural, Zap Comics, la icónica viñeta de «Keep on Truckin'» de las camisetas, el diseño de la portada del álbum Cheap Thrills de Big Brother & the Holding Co. (con Janis Joplin), y el gato Fritz, protagonista de los polémicos dibujos para adultos del animador Ralph Bakshi. En la actualidad vive en Francia.
Una pregunta de miércoles
Si pudieras vivir en cualquier universo de algún libro, obra teatral o pelìcula ¿Cuál elegirías?
Juan Preza: La Naranja Mecánica
Elisa Berti: Esta la puedo contestar sin pensar: en el mundo de Harry Potter, por supuesto.
Daniel Appratto: Pelicula, Strawberry statement, fresas de la amargura, pa nosotros.
Gustavo Castellano: Para esas cosas me pongo un tilín clásico: en mi lejana infancia recuerdo haberme fascinado con las aventuras de Eneas (en un libraco que hace poco recuperé de la casa de los viejos), así que por un lado no estaría nada mal el universo de La Eneida, acompañando la huida del troyano a través de los mares.
Y si me permite la licencia: tampoco le escurriría el bulto al castillo de Elsinore, transformándome en amigote de Hamlet (que me parece en cierto momento le faltó un parceiro menos comprometido con la corona) y nada le digo de la atmósfera de Macbeth, frente a las tres brujas
Marcel Legarra: Me hubiera gustado trabajar junto a Jean Valgean o conocer al misericordioso y sencillo obispo, de la obra Los Miserables de Victor Hugo.
Alejandro Recarey: Bueno, màs que un lugar fìsico se me ocurren «lugares existenciales» (por ej., una juventud devorada por la persecusiòn de la belleza encarnada en una mujer… pienso en «El graduado», o el «Cyrano de Bergerac»). Pero, en orden a un punto fijo en la realidad o la fantasìa, no sè, quizàs la irreal Bagdad de las Mil y Una Noches.
Maria Julia Alvarez: Siendo un poco exagerada, creo que, de algún modo, alcancé a vivir dentro de ese universo -salvando las distancias, debido a la ubicación, tiempo y obviamente, al nivel-. En la película, «Cinema Paradiso», siempre que la vi, (hace tiempo no la veo) era como, estar,en mi medio, en mis ganas, en mi estado natural y maravilloso. Quizás por lo simple, por que se desarrolla, el cine dentro del cine y por que soy muy sensible precisamente, a las cosas simples (valga la redundancia) y románticas. Amén de que, no debemos olvidar, lo que significó en el aspecto técnico, que la llevo, a sus grandes conquistas!!
Luifer Iglesias: Almost famous, debe ser porque hoy hice el programa con la película.
Javier Moro: A fines del siglo XIX, la Belle Epoque de París, en la película «Medianoche en París».
Marcia Salvioli: Si fuera dentro de un Libro sería En «Liebre de marzo «de Marosa o en Historias de cronopios y de famas.
y Felicidad Total en Intro de Fernando Cabrera, nada más ni nada menos.
Alex Morena: Sin dudas, ser Dave Bowman en 2001 Odisea en el espacio y pronunciar «My God, It`s full of stars».
Gonalo Alonso: Caminaria las calles de Paris a la medianoche con Gil y Paolo. Medianoche en París.
Leonardo Quiroz: Viviría en Hogwarts, escuela de magia y hechicería, donde asistió Harry Potter.
Omar Adi
Y saltó Nicanor
Eramos parias.
Estábamos solos en El Galpón.
Eramos tan independientes como inconscientes y nos sentíamos rodeados de un palpable tufillo autoritario que aumentaba el temor de habernos metido en la boca del lobo.
Era la noche de premiación y estábamos muy nerviosos y nada cómodos. Seguramente la propia sala se sentiría igual, porque hasta el nombre le habían cambiado.
Era el 24 de agosto de 1976 y el Jurado de la 1era.Muestra Concurso de Teatro del Interior daría su fallo.
El Jurado estaba integrado por algunos monstruos sagrados de las tablas y de la crítica: Luis Cerminara,Gustavo Adolfo Ruegger, el francés Jean Pradier, LuisViale y Ada Laguarda.
La experiencia de la participación había sido alucinante.
En la Alianza Francesa, al cierre de la puesta de LaPiel del Judas, público y críticos habían aplaudido de pie.Desde El País, Luis Viale -siempre ácido- había escrito que Grupo Gente se acercaba a «un depurado profesionalismo».
En las páginas de El Día, en cambio, Ada Laguarda -también Jurado- no se entusiasmaba por la puesta y la desacreditaba.
Allá atrás en la platea de El Galpón nos comíamos uñas y codos esperando el momento.
No confiábamos ni siquiera en obtener una mención.
El caballo del comisario era un grupo de Las Piedras,que había realizado una puesta de muy apropiado tono «patriótico». Y había otros elencos de fuste, entre ellos el reconocido Pequeño Teatro de Durazno.
Nosotros, santalucenses de poca historia y menos fe, ocupábamos filas del fondo en todos los sentidos.
Habíamos convencido a Juancito Graña, el autor,que nos acompañara y, a regañadientes, estuvo al firme con aquellos muchachos de pueblo.
No era fácil para un hombre de teatro criado en esamisma sala, estar allí, pero era su obra y caminó desde el Circular hacia nuestra esperanza.
Entre todos, quietito, también estaba sentado quien siempre nos acompañó interesándose por cada nuevo paso del Grupo: Nicanor Castro Collazo, periodista siempre serio, siempre circunspecto.
Nunca entendimos del todo por qué estaba allí, pero estaba.
Cuando desde el escenario comenzaron a anunciarse los elencos premiados en orden ascendente y sólo quedaba el Primer Premio, las cosquillitas interiores eran inaguantables: o habíamos quedado afuera ignominiosamente o habíamos ganado.
Entonces Ruegger lee el fallo.
«Por el interés de la obra nacional elegida y el sorprendente nivel de calidad de su puesta en escena yde su interpretación general a… «La Piel del Judas»por Grupo Gente de Santa Lucía».
¡Ay, mi dios!
Salto -sí, ahora- como cuando el gol de Diego Aguirre contra el América de Cali.
Alguien me tironea del saco, preocupado porque estoy rompiendo la solemnidad del acto.
Nos abrazamos, emocionados, incrédulos, pura perplejidad y cuando subo al escenario a recibir el premio miro hacia las filas del fondo, las de los santalucenses.
Y allí, como en una tribuna, saltaba Nicanor, parte indisoluble de esa mística santalucense que no podíamos explicar pero que les juro que existía, en una imagen inolvidable de una de las emociones más fuertes de nuestra vida.
¡Vamo’el Santa y Nicanor todavía!(Cajón de Turco.pág.211)
(Disculben, baisanos, que practique un desembozado chauvinismo. Pero no sé asumirlo porque nunca he escuchado a Chauvin, diría el Bandido Díaz).(Cajón de Turco., Pag.211)
La «actual» es una civilización en la que son deshonrados los principales emblemas de la poesía. En la que. la serpiente, el león y el águila, corresponden a la carpa del circo; el buey, el salmón y el jabalí a la fábrica de conservas; el caballo de carrera y el lebrel a las pistas de apuestas; y el bosquecillo sagrado al aserradero. R.G.
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