CHARLA DE AGÓ PÁEZ VILARÓ, CON GRAN CONVOCATORIA EN SANTA LUCÍA
Ibirapitá Garden Club y la Asociación de Maestra Jubiladas, convocaron a esta charla sobre Mandalas y Cromoterapia realizada en la Sociedad Italiana. Estos grupos organizadores unidas por colores y diseños del Garden, y por otro el arte de los Mandalas surgido de la creatividad de los niños, de lo que tanto conocen las maestras. Se busca que esa integración se vaya dando cada vez con más frecuencia, se afirma. Estos grupos, además, que tienen integrantes en común, lograron convocar muy buena asistencia en esta primera visita de Agó Páez Vilaró a Santa Lucía, para enseñar a vincular su arte con lo espiritual y por tanto con la «sanación».
Tratamos de definir algo de lo hablado en ese rico mensaje brindado por Agó.
-¿Qué significan los mandalas, crearlos, pintarlos?
Mandala significa círculo, fue y es utilizado por las diferentes culturas como ejercicio de reconexión con el ser interno. Crearlos y pintarlos nos ayuda a centrar y a descubrir la creatividad que vive en nosotros, ayuda para la concentración y el encuentro con nuestro equilibrio interno. La Escuela de Mandalas funcionan enseñando su técnica en las escuelas, para niños, adolescentes y adultos, promoviendo a través de ellos el trabajo con el arte consciente o arte desde el corazón; los colores del arcoíris se utilizan como lenguaje y vibración, utilizándolos para sanar diferentes áreas del cuerpo, la mente y el espíritu. Acerca a las personas al arte, que es el lenguaje del espíritu, y de esa forma ayuda a que se puedan expresar desde su interior y disfrutar del encuentro con el círculo y volver al interior de sí mismos. El Mandala en su forma circular se manifiesta en la naturaleza, en el macro cosmos y en el micro cosmos, recordándonos que la forma circular nos recuerda el volver al centro.
-¿Cómo vinculó al arte con su camino espiritual?
Paralelamente fui buscando en una búsqueda interior que me hiciera bien al alma y de a poco fui descubriendo en esa búsqueda que el trabajo con el círculo, el trabajo con los mandalas, era mi camino. Me conecté con los mándalas a través de la meditación. Sentí una voz interior que me decía que tenía que hacer círculos sin saber de qué se trataba. Empecé a investigar en estos círculos y a darme cuenta de la magia que tenía pintar dentro de ellos. Trabajar con el círculo sana porque nos conectamos con nuestro interior, es como que vamos al centro de nosotros mismos, como que al centrarnos a nosotros mismos recuperamos nuestra creatividad.
-¿Qué relevancia tienen esos colores del arco iris en sus Mandalas?
Los colores los tenemos en nuestro cuerpo, vibramos con ellos, trabajo con todos los colores del arco iris porque trabajo con estos siete colores que se conectan con cada uno de nuestros centros de energía. Al unirse esos siete colores, se fundan en una luz. El arte nuevo tiene que ver con la expresión del espíritu, de darnos cuenta de que somos simples canales, que tenemos que trabajar para que ese canal esté limpio y que se pueda manifestar lo superior. Es como que el arte viejo ya está quedando viejo porque es un arte que tiene que ver con la psiquis, es un arte donde la gente utilizaba sus temas psicológicos, sus dramas, sus angustias, sus pesares. Eso provocaba que el espectador llevara esas obras a su casa y esa vibración no fuera algo tan positivo. Este arte nuevo es una arte que trae luz, equilibrio, armonía, en realidad es el arte que vemos que no está hecho por nosotros o sea no soy yo que lo hago sino que algo lo hace a través de mi. Agradecer eso, reverenciarlo y trabajar para que ese canal esté limpio y todo esto pueda suceder. El mandala lo encontramos en nuestro planeta tierra, que es nuestra madre, nuestra casa, lo encontramos en la barriga de la madre, en un feto cuando se está formando en su forma espiral, lo encontramos en las flores, en los ojos de los seres humanos. Si comenzamos a observar, todo tiene formas mandálicas, como las células, el óvulo y el espermatozoides, es decir que somos un círculo, trabajar como ellos nos recuerda de dónde venimos y quiénes somos.
Tengo la certeza de que todos nacemos con la creatividad dentro de nosotros, sólo que hay que descubrirla; el mandala nos ayuda a descubrir nuestra creatividad, que duerme dentro de nosotros. Trabajando con el círculo nos conectamos con nuestro ser interior y comenzamos un viaje maravilloso, lleno de vibración y de color. Se los recomiendo de corazón porque una vez que comenzamos a trabajar con el círculo es como que comenzamos un viaje hacia el espiral infinito.
Mi técnica se llama «sanarte», es el arte como lenguaje del espíritu y la sanación a través del color, sonido y forma. El trabajo es con mandalas, creando círculos que nos conectan con nuestro ser interno y recuperan la creatividad. Trabajo con materiales naturales y en construcciones de barro, creando mandalas para armonizar los lugares para vivir.
CROMOTERAPIA
Conocida también como la terapia del color, es una técnica empleada en medicina alternativa y es considerada como una pseudociencia. Su objetivo es la curación de ciertas enfermedades a través del uso de colores. Se pueden encontrar mandalas en la naturaleza y ayudan a buscar ese necesario equilibrio.
Agó habló sobre el significado de los colores, de los chakras, en qué parte de nuestro organismo están situados. El cuerpo tiene siete centros energéticos en los cuales se recibe, se transforma y se redistribuye la energía. Cada chakra tiene un color que lo representa y posee un significado propio. Cada uno de esos centros tiene influencia sobre un área diferente del cuerpo.
El rojo está más cerca de la tierra, está situado justo en la base de la columna (el coxis) tiene un efecto estimulante. Se le atribuye la regulación de la vitalidad y energía. Además, se relaciona con la pasión, fuerza y acción.
Amarillo, anaranjado situado en el plexo en el centro del cuerpo, en la zona del bajo abdomen, controla la creatividad, las emociones y el deseo de cambio. El azul en el centro del cuello, justo a la altura de la garganta y las cuerdas vocales, es también relajante e invita a la calma, por lo que permite el diálogo, su elemento es el sonido. El tono violeta oscuro es el tercer ojo, la intuición, situado en el entrecejo, nos habla de esta intuición y también de la imaginación y del mundo interior de la persona, conecta con el cielo. El violeta es el color de la transformación. Púrpura es el que marca este chakra que tiene que ver con todo lo que se refiere al entendimiento del mundo que nos rodea y de nuestra esencia no física. El verde, a la altura del corazón, un tono que habla de calma, de mentalidad abierta y de apertura para poder conocer gente y entablar relaciones románticas, platónicas o de simple amistad. El verde, un tono de la sanación que habla de calma, de mentalidad abierta y de apertura para poder conocer gente y entablar relaciones románticas, platónicas o de simple amistad, es el color del equilibrio. Color: El turquesa tiene correspondencia con la garganta, el pecho y la tiroides.
Los colores blanco y negro, al no estar en el arcoíris, son acromáticos. En cuanto al negro, se dijo que da tristeza, y así como se usa para achicar nuestra figura cuando se viste con ese color, también lo hace el espíritu de esa persona.
Se explicó que el color que prevalezca será de acuerdo al estado de ánimo de cada uno, porque tienen que ver con nuestras emociones, como el hecho de querer vestirse de uno u otro color.
El mensaje que se recogió, fue la necesidad en un mundo complicado de buscar nuestra luz interior, que todos tenemos. El propósito es encontrar y saber viabilizar, que se logra si cada uno se lo propone, y a su vez poder trasmitirla, lo que ayudaría en un proceso largo, poder cambiar el mundo. Agó indica que hay técnicas, emociones, para poder encontrar esa luz interior de cada uno, por lo que compara las mandalas que se van pintando hacia el centro, con fortalecerse, trabajar desde nuestro interior.
En uno de los pasajes de la charla, Agó mencionó que cuando su hermano se accidentó en la Cordillera de los Andes, marcó a la familia, lo que le permitió esa apertura espiritual que le siguió acompañando, remarcando la fé para salir adelante en situaciones límite.
Agó comenzó a trabajar las técnicas milenarias de los Mandalas en Uruguay en las escuelas, con resultados muy positivos en los niños. Actualmente, los docentes usan este método de concentración para que los niños exterioricen sus emociones. Precisamente, se agradece a los niños de la Escuela Especial Nº 255, que llevaron sus mandalas junto a sus maestras y profesores, que pudieron conocer a Agó, lo que fue muy emotivo.
Existe la posibilidad de poder hacer talleres en Santa Lucía, para lo que se sacará presupuestos. En caso de concretarse y poderse cubrir esos gastos, sería para un máximo de 25 personas.
23 abril, 2017 a las 12:59 am
Tuve la fortuna de conocerla. Es una artista generosa, que enseña lo que sabe y alegre que demuestra una sana pasión por lo que hace.
Muy buena nota.